viernes, 29 de julio de 2011

Similitudes

Allá por mil doscientos y pico o mil trescientos -cien años más o menos- después de Jesucristo, claro, había personas que se encargaban de recoger los tributos de la plebe para disfrute del rey -que para eso era- y de los saprofitos y carroñeros que vivían a su alrededor. Llegaron a Mallorca y la emprendieron a ostias con los lugareños con la sana intención de que abandonaran el islam, a Abu Yahá y abrazaran el cristianismo para salvar sus almas.
Pusieron tanto empeño en entrar en la ciudad amurallada que incluso utilizaron las cabezas de los de aquí, que ya habían pasado a mejor vida, para lanzarlas contra las puertas de la muralla y hacerse un hueco por donde entrar. Casi resulta romántico que entren así en tu casa.
Una vez dentro los sometían para explicarles las bondades de su dios y se convirtieran con total convencimiento. Fue todo un detalle que en Jaume I tuvo con los mallorquines.  No existe forma humana de poder mostrar tanto agradecimiento. Si no hubiera sido por él y los siguientes en el trono de Mallorca ahora seríamos unos putos ateos de mierda. Y además, moritos. Reconozco que soy un desagradecido porque todavía hoy sigo pensando que el primero de los Jaume no fue más que un tirano con corona, un hideputa genocida que tendría que ser juzgado en el tribunal internacional de la Haya a título póstumo y ser condenado.
Pero yo quiero escribir de los abnegados recaudadores de aquellos tiempos y su similitud con los de ahora. El último Jaume que nos ha gobernado (por decir algo) es un fiel exponente de esta estirpe. Este que ha cambiado su palacete de la calle San Felio por el de la carretera de Soller con todo incluido.
Este bonito nombre de recaudadores viene del verbo recaudar. Sinónimo, a veces, de quitar a la fuerza. Aunque no se explica cómo o de que manera. En el mil trescientos se presentaban en la plaza de los pueblos con un carromato a modo de caja fuerte grandiosa tirada por dos mulas. El recaudador del rey, en pie sobre el carromato, diría algo así como: "A veure: Ens heu de donar, cada un de vosaltres, dues gallines, una ovella o cabrit, ous, fruita i hortalisa, blat i menjar pel bestià. I no oblideu els diners en metàlic. El rey té moltes despeses i vos guardarà dels infidels per sempre". Los autóctonos -los de aquí, coño-. "م??س ابن العاهرة الخراء البيضول الملك الذي هو نكاح، وإننا لا تمس كرات أكثر.??". "Què cony parlen aquets nois? ¡Quin fàstic! A quedat clar?". "م??س ابن العاهرة الخراء البيض ". "Algú parla el cristià, cullons? Així no es pot fer feina. No ens entenem de cap de les maneres". يقول الملك الذي هو نكاح، وإننا لا تمس كرات أكثر ??". 
Cuando se acababa la paciencia, y como siempre ha sido, se recurría al idioma más internacional que jamás se ha hablado en el mundo. "A ver. Mañana yo venir otra vez. Con soldados fuertotes, bien entrenados y con muy mala leche. Si vosotros entregar comida y dinero, no pasar nada. Si no pagar tributos a mi, soldados cortar cuello después de cortar cojones. Queda dicho". Los de aquí -los mallorquines seguidores de Abu Yahá-. "Tierra y frutos ser para quién trabaja tierra". Ellos, los de fuera o invasores: "Puto comunista dels cullons, mecagondena i me cago en mil putes sagrades. Mi quedarse con tu cara. Mañana tu ser el primero. Los soldados cortar huevos".
Así pasaron años y siglos y aquí y en todas partes la cosa sigue igual y nada ha cambiado. E-mail: "D. Fulano de Tal y Cual, como delegado provincial de la administración de hacienda, me complace en comunicarle que, una vez revisado su expediente, hemos detectado un error de tesorería -a su favor- en su último ingreso de tres euros con veinte. Pensamos que se trata de un error por su parte por lo que le ampliamos en tres días hábiles el plazo para hacer efectivo dicho ingreso. Pasado este tiempo se le aplicará la ley Tal, de número X y de fecha Cual lo que implica un recargo de un veinte por cien sobre el total y con carácter retroactivo por demora. Si el problema no se soluciona en el plazo previsto se procederá al embargo de todos sus bienes de tal forma que se quedará en la puta calle y tendrá que irse a vivir debajo de un puente como Carpanta. Esperamos haberle molestado lo menos posible y que el mail sea de su agrado. Cordialmente queda a su disposición y le besa todo lo que sea menester en estos casos hasta el día del vencimiento".
Han pasado siglos y no le veo la diferencia. Hay cosas que no cambian.  Salud. (  ب) الله فيك